Abuelo Manolo y Abuela Hilda |
Durante
nuestra niñez los padres son ejemplos a seguir, para bien o para mal. Pero
aparte de nuestros papás dentro de nuestra familia siempre se encuentra uno con
personas que también juegan un papel muy importante en nuestras vidas. En mi caso concreto, mi abuela materna
jugó un papel muy importante. Como todas las abuelas ella es alcahueta y a la
vez disciplinadora. Por eso una vez le hicimos un regalo muy especial. Una
Navidad le compramos uno de eso letreritos de madera con una frase escrita,
generalmente un proverbio o un chiste. A mi abuela le regalamos uno de estos
letreros, el cual ella muy orgullosamente todavía tiene colgado en su cocina, y
dice lo siguiente:
“Cuando mamá dice ‘¡no!’, llama al
800-ABUELA”
Es realmente durante nuestra vida adulta
cuando apreciamos la presencia de este tipo de personas en nuestras vidas. Una
de las cosas que más añoramos es su manera de comunicarse, lo cual refleja muy
bien la generación a la que pertenecen. Lo interesante del asunto es la
intuición que uno desarrolla de niño para interpretar el mensaje codificado en
esas palabras de nuestros abuelos. He aquí el significado de las palabras y
frases célebres de mi abuela.
“Penacho/a”
Significa, en el mundo de mi abuela,
“pedazo”. Recién me confesó que fue un pequeño poema que se le ocurrió cuando
era joven. Este poema nos los recitaba a todos sus nietos cuando niños y aun no
los dice, no importa que ya seamos trentones. Todavía, de vez en cuando, la
abuela nos saluda con un montón de besos diciendo lo siguiente:
Mi penachito de sol
Mi penachito de nube
Mi penachito de estrella
Abuela Hilda |
“¡Que sinpena!”
Aunque no sale en la Real Academia
Española, cosa que tanto a mí como a mi abuela nos sabe a canato e’ parcha,
es sustituto de “¡que sinvergüenza!”
“¡Mira, carajita!”
Expresión que claramente nos indica que
está hablando en serio, probablemente un regaño es inminente.
“¿¡Y esto que significa!?”
Con esta expresión no nos queda la menor
duda que la abuela viene a regañar, no es como la anterior que es más una
advertencia. Generalmente la aplicaba cuando uno hizo algo que no debía haber
hecho, como romper algún adorno de la sala por estar jugando al escondite.
“Te participo…”
Cuando comienza sus frases de esta
manera es que está a punto de poner límites, a aclarar las reglas del juego. A
nosotros nos quedaba claro que venían sin mamadera e’gallo.
“Porque me e’ la gana” o “porque no me
da la gana”
Acto de rebeldía único de mi abuela que
se le ha exacerbado con los años. Recientemente descubrí que la única otra
mujer de edad avanzada que se atreve a hablar de esta manera es la famosa
cantante mexicana ChavelaVargas. La abuela generalmente aplica este término
cuando se rehúsa a que la vea un médico.
“¡¡¡Que embustera!!!”
Esto es un fenómeno cuyo origen no he
logrado descubrir pero sospecho que tiene que ver con la conexión espiritual
entre una madre y sus hijos, así como también entre una abuela y sus nietos. Ambas, mi madre y mi abuela, tiene
capacidades telepáticas. La primera puede adivinar con una impresionante
precisión lo que uno piensa o siente sin que uno diga una sola palabra. Y a la
segunda no se le puede decir mentiras porque las agarra en el acto, ¡hasta por
el teléfono! Es como si las dos poseyeran las famosas antenitas de vinil
del Chapulín Colorado.
“¡Que lavativa tan seria!”
Sustituto de, “¡que vaina tan seria!”
Esto simplemente es indicativo de estar molesta o fastidiada con algo o
alguien, generalmente del área socio-económica o política de Venezuela, y mejor
ni se les ocurra tocarle ese tema a mi abuela pues ella es historia viva.
Después de luchar clandestinamente para derrocar la dictadura de Marcos Pérez Jiménez en los años 50, a mi abuela le debe doler ser testigo del
declive del país gracias a la ineptitud, negligencia, represión y corruptela del
actual gobierno.
La abuela y yo (de un año de edad) |
“¡De
perla!” o “¡De perla fina!”
Algo
que está perfecto, bien hecho, maravilloso. Ósea, está contenta
"¡Ni
a balazo!"
Sustito
de "¡ni de vaina!" o el más coloquial "¡ni a punta e'
pistola!" Es simplemente una manera de decir que ni a la fuerza la obligan
a hacer algo.
“Mira, muchachita, pásame el bicho pa’
bichar el pan.”
(Traducción: “Mira, muchachita, pásame el cuchillo
pa’ cortar el pan”).
Esta manera de hablar de mi abuela fue
denominada por mis tíos como “bichología.” (Les aclaro a mis colegas boricuas que el
uso del término “bicho” es muy común en Venezuela. Significa “insecto” u
“objeto”). Por supuesto, con el paso de los años
hay ciertas palabras que uno usa como muletillas, la de mi abuela es “bicho” o
“bichar.” Pero así como ella tiene su manera de hablar, sus palabras, frases y
proverbios, también lo tenemos nosotros.
Mi bisabuela |
Mi bisabuela, por ejemplo, tenía unos
proverbios buenísimos que también reflejan el pensamiento de su generación.
Quizás de todos sus proverbios el que más me impresiona es el siguiente:
“Tan tranquilo que vive uno, sabiendo
que se va a morir”.
“Parapeto”
Para
mi abuela “parapeto” quiere decir algo mal hecho o un mamarracho. Por ejemplo,
si ella ve a un hombre vestido tipo hippie (de pelo largo,
zarcillos, barbudo, con tatuajes, de jeans y camiseta) eso es
un parapeto. O peor, mi abuela si se tropieza con un chamo vestido a lo
malandro moderno (pantalones debajo de las nalgas mostrando los interiores,
cadenas de oro más grande que él, gorra de béisbol volteada a lo rapero y un
tumbao’ al caminar) horrorizada diría, “¿¡y ese parapeto!?”
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